
Se me están olvidando las cosas, ¿cuándo me debo preocupar?
Dejamos el celular en algún lugar y necesitamos que nos llamen para encontrarlo, pero está en silencio. Se nos acerca un amigo, pero al saludarlo no podemos recordar su nombre. En ocasiones, dejamos pasar citas y obligaciones porque se nos olvidaron, lo que nos causa más problemas de los que ya teníamos. Es muy frecuente notar que se nos están olvidando las cosas
¿No sería excelente que esto no nos pasara y dejar de pensar que nos está dando alzhéimer? Nos viene a la mente ese familiar o persona cercana que terminó en un hogar de cuidados, necesitando ayuda para todo y que no recordaba a sus hijos o cónyuge.
Los olvidos no son algo natural. Nuestro cerebro percibe imágenes, sonidos, olores, sabores y sensaciones que traen muchos tipos de información. Esa avalancha de información debe ser seleccionada, y la mente solo recordará lo que le parece importante.
Debemos preocuparnos por los olvidos como un signo de posible enfermedad cuando:
Nos repiten varias veces lo mismo y no se graba.
Sucedió recientemente algo relevante y no lo recordamos.
No podemos reconocer a personas o lugares conocidos.
Olvidamos lo que hemos hecho recientemente.
Cuando los olvidos han traído consecuencias graves, como extravíos o pérdidas económicas.
Nos afecta nuestro desempeño personal y laboral.
Tenemos algún antecedente familiar cercano de demencia u otros deterioros cognitivos.
Si vemos que presentamos alguno de estos signos de alarma, no dudemos en consultar con un profesional de salud como un neurólogo para que nos haga los estudios y nos de una respuesta basada en ciencia.
