El pasado miércoles 26 de febrero realizamos por primera vez en nuestro Hospital una craneotomía con paciente despierto, un procedimiento altamente especializado que representa un avance significativo en la seguridad y precisión de las intervenciones cerebrales. Este innovador procedimiento permite a los neurocirujanos operar mientras el paciente permanece consciente, lo que facilita la monitorización en tiempo real de funciones críticas como el habla, el movimiento y la memoria. Esto se traduce en una reducción del riesgo de daño neurológico, una mayor precisión en la extirpación de tumores y una recuperación más rápida para el paciente.
Carolina Hincapié, una joven de 32 años fue la paciente beneficiada con este procedimiento, quien, gracias a una preparación excepcional por parte del equipo de anestesiología, en medio del acto quirúrgico, despierta para jugar un papel muy importante durante el procedimiento. Por tratarse de una lesión a nivel frontal, localizada al lado izquierdo próxima a la región del lenguaje y de la zona encargada del movimiento del lado derecho del cuerpo, se requería que a medida que se fuera haciendo la recepción del tumor se verificara a través de una serie de estímulos y de un diálogo con el paciente, que no se fueran afectando estructuras nerviosas de la zona.
Además de la intervención de un equipo multidisciplinario integrado desde las especialidades de neurocirugía, neurofisiología, anestesiología, psiquiatría y psicología, este procedimiento requirió el uso de tecnología de avanzada como un sistema de neuronavegación basado en imágenes de resonancia magnética (IRM), monitoreo neurofisiológico intraoperatorio, microscopio quirúrgico y anestesia especializada para garantizar la comodidad y seguridad del paciente.
“La extirpación de este tumor bajo sedación convencional, es decir, el paciente dormido, podría haber acarreado problemas neurológicos o secuelas cognitivas. Por esto, optamos por esta técnica que, si bien representa una mayor demanda en términos de recursos de infraestructura, tecnología y talento humano, los resultados al final son muy satisfactorios para el paciente, comenta el Dr. Luis Alejandro Serrano, Neurocirujano del Hospital Alma Máter.
Después de un procedimiento que duró cerca de 3 horas, donde se logró un monitoreo neurológico continuo, se completó una extracción cercana al 90 % del tumor y, luego de estar 3 días en observación, la paciente regresó a su casa para continuar con su recuperación.
Con la realización de este procedimiento, el Hospital se consolida como un referente en neurocirugía avanzada, reafirmando su misión de ofrecer tratamientos de alto nivel respaldados por tecnología de punta y un equipo multidisciplinario altamente capacitado.