Aunque para muchos es desconocido, el papel que cumplen los instrumentadores quirúrgicos es fundamental para la seguridad del paciente y los procesos que deben llevarse al interior del Hospital. A diferencia de otros roles, ellos mantienen una alta carga emocional al enfrentarse cada día a un acto quirúrgico donde la vida de una persona está en juego. Actualmente, en el área de Cirugía se cuentan 32 instrumentadores y 6 más en la Central de Esterilización. Daysi Sepúlveda, quien lleva laborando más de 12 años en el Hospital, 4 de los cuales ha sido la líder de este equipo, confiesa que es una labor con una inmensa responsabilidad: “nosotros montamos todas las cirugías y somos los guardianes de la asepsia, participamos en la lista de chequeo de cirugía segura y en la administración correcta de la profilaxis antibiótica, todo para disminuir las infecciones en el sitio operatorio”.
Un día corriente para un instrumentador en Cirugía comienza con el alistamiento y la planeación quirúrgica junto con el cirujano, a quien asisten y apoyan durante el procedimiento. Al terminar, su responsabilidad es llevar el instrumental para el área de lavado y realizar un registro completo en la historia clínica de todo lo que se usó. Sus turnos son de 12 horas y durante esta jornada pueden llegar a estar presentes hasta en 7 procedimientos.
Conocimiento y responsabilidad en Cirugía
Orientación al detalle, orden, trabajo en equipo y un alto sentido de alerta, hacen parte de las competencias que ellos deben tener, porque más allá de su asistencia con el instrumental, deben estar pendientes de los equipos, ejecutar conteos precisos y tener cuidado con el material cortopunzante. Adicionalmente, tienen un amplio conocimiento en anatomía y técnicas quirúrgicas y deben actualizarse constantemente en los nuevos desarrollos de equipos y dispositivos médicos.
Frente a los retos, ella reconoce que el conocimiento y la constante actualización es una labor que no pueden descuidar y para la cual deben dedicar tiempo, además “aquí se hacen cirugías muy complejas y grandes que requieren que todo el tiempo estemos preparados. Hay cirugías hasta de 12 horas, procedimientos que demandan largas jornadas como los trasplantes hepáticos o los vasculares”, comenta Daisy.
“No es lo mismo desarrollar una labor quirúrgica en el estómago, cerebro, miembros inferiores o superiores, por esto debemos saber al pie de la letra las técnicas quirúrgicas y su paso a paso, esto nos permite ir a la par con el cirujano. Para ciertas especialidades, como cardio y trasplantes, si se requiere de un entrenamiento adicional” , comenta Daysi.
A todo nuestro equipo de instrumentadores, quienes hacen posible desde sus roles, experiencia y conocimiento, la prevención de infecciones, la seguridad para los pacientes y la oportunidad de los servicios, nuestro más profundo reconocimiento y admiración por la labor que desempeñan y por hacer de esta una muestra de Amor por la Vida.